La lectura es beneficiosa para el desarrollo intelectual, cultural y emocional de las personas. Leer nos permite acceder a un mundo de conocimientos, ideas y experiencias que enriquecen nuestra mente y nuestro espíritu. Pero no todas las formas de leer son iguales, ni tienen los mismos efectos sobre nosotros. En esta nota te explicamos las diferencias entre la lectura mental y la lectura silenciosa, dos tipos de lectura que se realizan sin pronunciar las palabras en voz alta, pero que tienen características y ventajas distintas. Además, te invitamos a mejorar tu lectura y tu comprensión con nuestro programa Avanc Lectura Rápida.
La lectura mental y la lectura silenciosa son dos tipos de lectura que se realizan sin emitir sonidos, es decir, sin hablar o murmurar al leer. Sin embargo, tienen algunas diferencias que debemos conocer.
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La lectura mental es aquella que se realiza sin subvocalizar las palabras, es decir, sin mover los músculos asociados al habla o al movimiento de los labios. La lectura mental implica leer solo con la vista y la mente, sin intervenir el oído ni el aparato fonador. La lectura mental requiere un alto nivel de concentración y comprensión, ya que no se apoya en el sonido de las palabras para facilitar la interpretación del texto. La lectura mental es la más rápida y eficiente de todas, ya que permite leer hasta 1000 palabras por minuto con una buena comprensión.
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La lectura silenciosa es aquella que se realiza subvocalizando las palabras, es decir, moviendo los músculos asociados al habla o al movimiento de los labios, pero sin emitir sonidos audibles. La lectura silenciosa implica leer con la vista, la mente y el oído interno, es decir, escuchando el sonido de las palabras en nuestra cabeza. La lectura silenciosa requiere un nivel medio de concentración y comprensión, ya que se apoya en el sonido de las palabras para facilitar la interpretación del texto. La lectura silenciosa es la más común y habitual entre los lectores, ya que permite leer entre 200 y 400 palabras por minuto con una buena comprensión.
Ambos tipos de lectura tienen sus ventajas y desventajas, según el objetivo y el contexto de la lectura. Estas son:
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La lectura mental tiene la ventaja de ser más rápida, eficiente y silenciosa que la lectura silenciosa. Permite leer más textos en menos tiempo, con una mayor retención y comprensión. Además, no molesta ni interrumpe a los demás con el ruido de la voz o el movimiento de los labios. Sin embargo, la lectura mental tiene la desventaja de ser más difícil y exigente que la lectura silenciosa. Requiere una mayor atención, concentración y habilidad lectora. Además, puede resultar menos placentera o emocionante que la lectura silenciosa, ya que no se percibe el ritmo, la entonación o la expresividad de las palabras.
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La lectura silenciosa tiene la ventaja de ser más fácil y accesible que la lectura mental. Permite leer textos con un nivel medio de dificultad, con una buena comprensión y disfrute. Además, puede resultar más placentera o emocionante que la lectura mental, ya que se percibe el ritmo, la entonación y la expresividad de las palabras. Sin embargo, la lectura silenciosa tiene la desventaja de ser más lenta, menos eficiente y menos silenciosa que la lectura mental. Limita la cantidad de textos que se pueden leer en un tiempo determinado, con una menor retención y comprensión. Además, puede molestar o interrumpir a los demás con el ruido de la voz o el movimiento de los labios.
La lectura mental y la lectura silenciosa son dos tipos de lectura que pueden ser útiles según el objetivo y el contexto de la lectura. Lo importante es saber elegir el tipo de lectura más adecuado para cada situación y para cada texto. Si quieres mejorar tu lectura y tu comprensión, te invitamos a aprender a leer rápido con excelente comprensión con nuestro sistema Avanc Lectura Rápida, verás como mejoras de manera considerable tu velocidad a la hora de leer y la comprensión de todo lo que leas.