Los libros son una fuente de conocimiento, entretenimiento, inspiración y cultura. Sin embargo, no todos los libros tienen la misma extensión ni el mismo formato. Algunos libros son tan cortos que se pueden leer en unos minutos, pero no por eso dejan de ser obras de gran valor literario y artístico. En esta nota, te presentamos algunos de los libros más cortos escritos en la historia, así como algunas curiosidades sobre ellos. Presta atención al contenido que hemos dejado para ti.
Los libros más cortos de la historia
- El cuento más breve y terrible del mundo, de Augusto Monterroso (1959). Este cuento tiene solo siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Es considerado el cuento más corto de la literatura universal, y ha generado múltiples interpretaciones y análisis. Monterroso era un escritor guatemalteco que se destacó por su humor y su ironía.
- El dinosaurio, de Luis Felipe Lomelí (2006). Este cuento tiene solo cuatro palabras: “¿Olvida usted algo? -Ojalá”. Es considerado el cuento más corto en lengua española, y también ha dado lugar a diversas lecturas y comentarios. Lomelí es un escritor mexicano que ha publicado varios libros de cuentos y novelas.
- El libro más pequeño del mundo, de Josua Reichert (1998). Este libro tiene solo 0,9 milímetros de largo por 0,9 milímetros de ancho, y contiene siete páginas con ilustraciones y textos en alemán. Fue creado por el artista gráfico Josua Reichert con la ayuda de un microscopio. Se necesitan unas pinzas especiales para manipularlo y una lupa para leerlo.
- El libro más delgado del mundo, de Martin Frost (2007). Este libro tiene solo 0,003 milímetros de grosor, y contiene un poema del escritor inglés Simon Armitage. Fue creado por el artista Martin Frost con una técnica llamada fore-edge painting, que consiste en pintar los bordes de las hojas de un libro. El libro está hecho de oro puro y se puede ver con un microscopio electrónico.
Estos son solo algunos ejemplos de los libros más cortos escritos en la historia, pero hay muchos más que podrían sorprenderte por su brevedad y su calidad. Leer libros cortos puede ser una forma de disfrutar de la literatura sin dedicarle mucho tiempo ni espacio. Además, puede ser un reto para los escritores que quieren expresar sus ideas con pocas palabras.
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